Los pilares de la fé Islámica

Introducción

En su origen idiomático, la palabra Islam significa ‘sometimiento’, es decir el sometimiento total a la voluntad divina. Una definición mas detallada de lo que es el Islam, sería el definirlo como: Dar testimonio de que no existe divinidad alguna fuera de Alá (El Único Dios verdadero que merece ser adorado) y Muhammad es Su profeta y Su mensajero. Quien crea en estos dos conceptos con su corazón, los afirme con sus palabras y los practique con sus acciones, será considerado un musulmán; es decir un sometido. La creencia en estos dos testimonios, incluye también el creer en los seis pilares de la Fé (Al-imán) y la práctica de los cinco pilares del Islam, esto teniendo en mente el Ihsán; que significa adorar a Dios y temerle como si se le estuviera viendo, ya que si bien no se le ve, El si nos esta viendo.

El Islam es una religión basada en el monoteísmo (Unicidad de Dios), siendo su lema la veracidad, su objetivo la justicia, su espíritu la misericordia y su fortaleza la verdad. Es una religión que guía a sus seguidores hacia todo lo que les beneficia en esta vida y en la otra, así como los previene contra todo lo que los perjudica en su religión y en su vida terrenal. Es la religión con la que Dios purifica las diferentes creencias y las buenas costumbres y con la cual purifica la vida terrenal y la vida de mas allá. El Islam es la religión con la cual Dios unió y une los diferentes y dispersos corazones, liberándolos de la oscuridad de la falsedad y guiándolos hacia la verdad y hacia el camino recto.

Los seis principales pilares de la fé

El primer pilar: la creencia en Dios. Este pilar incluye los siguientes puntos:

– La creencia en la soberanía absoluta de Dios; es decir que Dios es el creador, el Señor y el único que dicta el destino de sus criaturas.
– La creencia en la divinidad de Dios; es decir que Dios es la única divinidad verdadera y todo lo que sea adorado fuera de El, es falso.
– La creencia en sus nobles nombres y elevados atributos; es decir creer que Suyos son los mas nobles nombres, los atributos perfectos y que todo atributo o nombre que le podamos atribuir debe ser confirmado por el Corán o la Sunna del profeta de Dios.

El segundo pilar: la creencia en los Angeles. Los angeles son siervos honorables y puros. Creaciones de Dios, elevado sea, que le adoran día y noche y nunca le desobedecen, les han sido asignadas tareas específicas; entre ellos: Gabriel, que es el encargado de descender la revelación a quien Dios escoge de sus criaturas para profetas y mensajeros, Miguel, encargado de la lluvia y las plantas, Azrael, encargado de soplar el cuerno el Día de la Resurrección, también el ángel de la muerte que se encarga de recoger las almas durante la agonía.

El tercer pilar: La creencia en los libros. Dios, elevado sea, ha hecho descender a sus profetas y mensajeros libros, en los cuales hay guía para la humanidad así como el bien y la prosperidad. Muchos de estos libros fueron cambiados o perdidos, algunos fueron mencionados en el Corán:

– La Tora, que Dios descendiera a Moisés y que es el principal libro revelado al pueblo de Israel.
– El Evangelio revelado a Jesús.
– Los Salmos que le fuera revelado a David.
– Los pergaminos de Abraham.
– El Sagrado Corán, que Dios descendió a Muhammad el último de Sus profetas y el sello de sus mensajeros. Con la revelación del Corán quedaron abrogadas todos los libros anteriores y Dios mismo se ha encargado de su preservación, pues este se mantendrá como una prueba irrefutable contra quien no crea hasta el Día del Juicio Final.

El cuarto pilar: La creencia (Fé) en los profetas y mensajeros que Dios, elevado sea, envió a la humanidad, el primero de los enviados fue Noé y el último de ellos Muhammad. Todos los profetas y enviados, incluyendo a Jesús y ‘Uzair (Ezra), son seres humanos, creaciones y no poseen ninguna característica divina, pues son siervos de Dios de entre los muchos siervos de Dios, distinguiéndose de los demás porque Dios los agració con un mensaje. El último de estos mensajeros fue Muhammad, pues fue enviado para toda la humanidad, y no vendrá después de el profeta alguno.

El quinto pilar: La Fé en el Día del Juicio Final. Este día es el día de la resurrección, después del cual no habrán más días. En ese día, Dios resucitara a la gente, las hará salir de sus tumbas y se decidirá su próxima estadía, que será eterna, ya sea esta en el paraíso o el fuego del infierno. La creencia en el Día del Juicio Final incluye creer en todos los acontecimientos que ocurrirán después de la muerte, tales como la tribulación de la tumba, tanto el castigo en ella como la tranquilidad de la misma, lo que viene después de la tumba: la resurrección y la rendición de cuentas y finalmente el paraíso o el fuego del infierno.

El sexto pilar: La creencia en el Destino (Al-Qadr). Creer en el destino significa creer en Dios, alabado sea, es el que decide y crea los acontecimientos y las criaturas de acuerdo con su conocimiento previo y absoluto y como lo decidiera su absoluta sabiduría. Así, a Dios solamente pertenece el conocimiento de todas las cosas desde siempre. Dios mantiene el destino de toda creación registrado en el Lauh Al-Mahfudh (La Tabla preservada), que El mismo creó. Todas las criaturas y acontecimientos han sido creados por Su voluntad y nada es o existe sin que Sea su voluntad.

El primer pilar del Islam

Atestiguar que no hay mas divinidad aparte de Dios y que Muhammad es Su siervo y mensajero. Este testimonio, es el principal fundamento del Islam. El significado de “no hay más divinidad aparte de Dios” es que: no existe nada que merezca ser adorado sino Dios, pues El es el Dios verdadero y toda otra divinidad es falsa, con divinidad, queremos decir lo que es adorado, ya sea que lo merezca o no.

El significado de testificar que Muhammad es el siervo y mensajero de Dios, implicá creer en lo que nos informó acerca de Dios y su religión. Implica también obedecer todas sus ordenes y abstenerse de todo lo que prohibió. La implicación más importante de este testimonio es que no se debe adorar a Dios sino de la forma que el (Muhammad) nos enseño.

El segundo pilar del Islam

La Oración (Assalá). Dios ha prescrito a los musulmanes cinco oraciones al día, a ser practicadas en cinco horarios determinados. La oración es la obligación divina que vincula al musulmán con su Señor. Sus beneficios son grandísimos; purifica el alma de los errores, la preserva de toda cosa ilícita y reprobable, es una de las mejores formas de agradecer las infinitas bendiciones de Dios, etc.

El tercer pilar del Islam

Azzaká (El Azzaque) o Limosna a los pobres. Es el pilar que obliga al hombre musulmán, hábil por derecho, a purificar su riqueza pagando una cierta cantidad de sus bienes (el 2.5%) anual. La riqueza recaudada del zakat, está destinada a los pobres a lo necesitados, etc, a todos aquellos que han sido especificados en el Corán. Los pobres no están obligados a pagarlo y es para los ricos una forma de purificación, tanto material como espiritual. También en una forma de inversión en el bienestar social y económico, pues ayuda en gran manera a disminuir la pobreza y los problemas que esta acarrea.

El cuarto pilar del Islam

El ayuno. El ayuno en el mes de Ramadan, que es el noveno mes del calendario lunar. En este mes se reúnen los musulmanes, absteniéndose todos de sus deseos mas básicos, como son la comida, la bebida y las relaciones sexuales durante el día; desde el amanecer hasta el ocaso, Dios, alabado sea, los recompensa por su ayuno haciéndolos mejores musulmanes y aumentando su fé, perdonándoles sus errores, malas acciones, etc.

El quinto pilar del Islam

La Peregrinación (al-Hajj). La peregrinación, o visita a la Sagrada Casa de Dios en Meca, es una obligación para todo musulmán hábil y con los medios para realizar el viaje. Durante la peregrinación el peregrino realiza una serie de ritos religiosos, en lugares determinados en días determinados por la ley islámica. La peregrinación es obligatoria una vez en la vida. Durante la peregrinación se reúnen los musulmanes de todo el mundo y de todas las razas para adorar a un solo Dios, todos portando una sola vestimenta, sin diferencias entre ricos y pobres.

El Ihsán

El Ihsán significa el adorar a Dios, alabado sea, cumpliendo con los pilares de la Fé y el Islam, como si se lo estuviera viendo, pues si bien no se lo puede ver ciertamente El ve. Es decir el Ihsán significa sentir esa realidad en nuestros corazones durante la adoración y aplicarla en nuestras acciones, esto, siguiendo las directivas dadas por la Sunna (tradición profética) y no contradiciéndolas.

Todo lo anteriormente mencionado es, en forma resumida, lo que significa el Islam. El Islam organiza la vida tanto privada como pública de los musulmanes, asegurándoles de esta forma la felicidad tanto en esta vida como en la próxima. Así pues, el Islam hizo lícito el matrimonio y lo aconseja fuertemente, así como prohibió el adulterio, la homosexualidad y el resto de las abominaciones. Hizo obligatorio el mantener buenas relaciones con los parientes y ayudarlos, la simpatía para con los pobres y los desposeídos, el ayudarlos y cuidarlos. También promueve la práctica de toda buena costumbre y prohíbe toda mala costumbre. Permite al musulmán el ganarse la vida en el comercio en forma licita, claro está, prohibió la usura, así como todo tipo de comercio ilícito y todo lo que este relacionado con el engaño y la estafa.

El Islam esta conciente de que no todas las personas son iguales con respecto a su temor a Dios y su respeto a los derechos de los demás, así pues instituyo castigos para todos aquellos que no respeten sus normas por ejemplo: la apostasia, el adulterio, el insumo de bebidas embriagantes, etc. También instituyo castigos para todos aquellos que afecten la seguridad pública y privada de las personas, sus propiedades y su honor, por ejemplo: el asesinato, la difamación, el robo, etc.

El Islam también organizó la relación entre los gobernados y el gobernante, así ordenó la obediencia a los gobernantes siempre y cuando estos no ordenen desobedecer a Dios y prohibió el desobedecer sus ordenes debido a las malas consecuencias que eso acarrea para la sociedad en general.

Para finalizar, podemos decir que el Islam establece la relación correcta entre el siervo y su Señor, y entre el ser humano y su sociedad. Así pues, el Islam ordenó todo bien y toda buena costumbre, así como prohibió todo mal y toda costumbre vil.

Fuente: Universidad Islámica de Madinah