La ilustración y las revoluciones liberales

El pensamiento ilustrado

Siglo XVII

En el siglo XVII surgió en Europa occidental un movimiento intelectual conocido como Ilustración, la cual se caracteriza por la extraordinaria confianza del hombre en las posibilidades de la razón humana para resolver todos los problemas de la vida. Los pensadores de Ilustración rechazaron las viejas formas de pensar y rompieron con el criterio de autoridad que imperó durante la Edad Media.

En el siglo XVII aparecieron nuevas corrientes de pensamientos que contribuyeron a una mejor comprensión del mundo y de la naturaleza. El inglés Francis Bacon defendió el principio de la experimentación en el campo del saber y de la ciencia René Descartes, padre del racionalismo moderno, sostuvo que todo aquello que no aparezca como verdadero y cierto a la luz de la razón merece ser dudado.

La filosofía racionalista proclamada por Descartes en el siglo XVII tuvo en el siglo siguiente una profunda transformación espiritual que llegó a socavar las bases del sistema absolutista y que, en definitiva, significaba el establecimiento de un nuevo orden. Los pensadores ilustrados combatieron contra el absolutismo y propusieron organizar la vida política de acuerdo con los principios dictados por la razón. Según las ideas políticas de los ilustrados, el establecimiento del principio de la división de poderes evitaría la instauración de gobiernos despóticos.

Entre los principales representantes del pensamiento ilustrado se encuentran Montesquieu, Voltaire, Rousseau, Diderot y D´Alembert. Las ideas centrales de este movimiento quedaron plasmadas en la Enciclopedia. Esta magna obra constituyó la alianza de los pensadores ilustrados contra el despotismo de los monarcas y fue el principal medio difusor de las ideas de la ilustración. El pensamiento ilustrado permitió el desarrollo de un espíritu crítico que llevó a poner en tela de juicio todo existentes, preparándose así el camino para los profundos cambios políticos, sociales y económicos que caracterizaría a la época contemporánea.

Siglos XVII y XVII

Durante el siglo XVII , el sistema económico mercantilista se impuso en la mayoría de países europeos con regímenes monárquicos. El mercantilismo en la mayoría de países europeos con regímenes monárquicos . El mercantilismo promovió la acumulación de metales preciosos mediante el impulso del comercio exterior y la protección de la industria nacional. En el siglo XVIII, surgieron nuevas teorías económicas: la fisiocracia y el librecambismo, que criticaron duramente los principios mercantilistas y propusieron nuevos caminos para obtener más beneficios por medio de las actividades económicas.

La revolución industrial

La Revolución Industrial se inició a fines del siglo XVIII cuan se dieron las circunstancias necesarias: consolidación de la burguesía industrial, nuevos sistemas de cultivo y nuevas leyes sobre cercados: incremento demográfico y fuertes migraciones: revolución de los transportes: aplicación del vapor al ferrocarril y a la navegación. La revolución Industrial se caracteriza por la mecanización del trabajo. Gracias a la energía del vapor, la industria ya no dependió de la fuerza motriz del agua y se concentró en los núcleos urbanos.

El conjunto de transformaciones ocurridas en la industria, la agricultura, los transportes, las comunicaciones y el comercio, que se resume bajo el concepto de revolución económica, favoreció el desarrollo y consolidación del sistema económico capitalista, basado principalmente en la posesión económica individual.

En este proceso, el capital desempeño un papel protagónico, ya que fue el medio del que se sirvió la burguesía (nueva clase rectora de la sociedad) para adquirir materias primas, invertir en maquinarias y contratar la mano de obra necesaria para la producción de bienes, Quienes no disponían de capital para iniciaron negocio se vieron en la obligación de vender su fuerza de trabajo a la industria a cambio de un salario, transformándose en obreros, sometidos a una extensa jornada de trabajo, salarios miserables y a una estricta disciplina laboral.

El empleo de la máquina de vapor en la producción textil y agrícola, la expansión colonial y la posesión de una fuerte flota mercante consolidaron los avances de la producción fabril de Inglaterra. La máquina de vapor revolucionó los transportes y, como consecuencia de ello, se intensificó el comercio. Las transformaciones económicas iniciadas en Inglaterra pronto se propagaron a la mayoría de países europeos.

Las nuevas condiciones de trabajo prevalecientes en las fábricas proporcionaron el surgimiento de la clase obrera y de la burguesía industrial. Los obreros vivieron en condiciones de extrema pobreza: trabajan jornadas de por lo menos 14 horas diarias a cambio de salarios miserables.

Las revoluciones liberales en Inglaterra y en las trece colonias de América del norte

Siglo XVII

El desarrollo de la economía inglesa permitió el surgimiento de una poderosa oligarquía capitalista que logró imponer poco apoco su presencia en el parlamento, y que tras la derrota de Jacobo II(1688), el último de los estuarios, impuso como rey a Guillermo III de Orange. Este último aceptó la Declaración de Derechos del parlamento y del parlamento y del pueblo (1689) que consagraba la superioridad del parlamento sobre el rey.

Siglo XVIII

En 1773 comenzó la guerra de independencia de las 13 colonias de Norteamérica, que aspiraban a independizarse de Inglaterra para formar su propio gobierno. En 1776, los representantes de los colonos se reunieron en Filadelfia y proclamaron su independencia. Esta fue la primera revolución política que demostró la posibilidad de llevar a la práctica las colonias constituyeron una república federal que adoptó el nombre de Estados Unidos de América.

La revolución francesa

Siglo XVIII

La situación de Francia en 1789 era muy grave y el rey Luis XVI decidió convocar a los Estados Generales. En la reunión de éstos con el rey, la nobleza y el clero reafirmaron su negativa de pagar impuestos. Este hecho provocó que los representantes del tercer estado, burgueses en su mayor parte, abandonaran la reunión y se declararan constituidos en Asamblea Nacional, pues eran mayoría.

Una vez reunidos, decidieron no separarse hasta dar a Francia una nueva constitución. De este modo empezó una serie de acontecimientos que desembocan en la toma de la bastilla por el pueblo de parís, el 14 de julio de 1789, hecho que marcó el comienzo de la revolución Francesa.

En septiembre de 1792, la Convención Nacional abolió la monarquía e instituyó el sistema republicano de gobierno. En 1799, napoleón Bonaparte puso fin al directorio mediante un golpe de estado y estableció el Consulado. Poco después se convirtió en emperador. En su política interna, napoleón procuró consolidar el nuevo estado burgués. En política exterior desarrolló una política imperialista encaminada a crear un nuevo orden internacional.

Las etapas de la Revolución Francesa son las siguientes:

– La Asamblea Constituyente que redactó la Constitución de 1791.
– La Asamblea Legislativa, que debió hacer frente a las amenazas contrarrevolucionarias de exterior.
– La convención Nacional, fase en la que se propusieron las mayores transformaciones de la sociedad francesa.
– El Directorio: la burguesía moderada se hizo del poder. Fin de la revolución e inicio del Imperio napoleónico.

La creación de un régimen político constitucional y representativo constituye la principal aportación de la revolución Francesa a la humanidad.

La independencia de las colonias ibéricas de América

Siglo XIX

Entre las causas de la independencia de la América Española figuran la crisis de la economía colonial, la madurez social y política de los criollos, la crisis originada en España por la invasión francesa y de los ideales revolucionarios de la época. El proceso de independencia comenzó a partir de 1810 y culminó en 1824, tras la batalla de Ayacucho. Los nuevos países emancipados adquirieron la independencia política, pero no consiguieron establecer las instituciones políticas, económicas y sociales que suplieran al viejo régimen colonial.

A diferencia del resto del continente, donde el movimiento emancipador fue obra de la aristocracia criolla. El proceso independentista en México estuvo marcado en sus comienzos por un carácter popular, quedó truncado con la muerte de los caudillos. En 1821, la aristocracia terrateniente de españoles y criollos, encabezados por Iturbide, militar realista, independizaron el país a través del Plan de Iguala, que les permitió mantener sus privilegios.

Fuente: Historia del siglo XX. Imperios europeos y Absolutismo. Ilustración y las revoluciones liberales – html.rincondelvago.com