Filósofos presocráticos

Introducción

La observación de la naturaleza y la búsqueda de su fundamento o sustento último fue el primer motivo de la reflexión filosófica. Esta filosofía física o de la naturaleza surgió en la ciudad de Mileto, en Jonia, y entre sus representantes destacan:

  • Tales de Mileto, para quien el origen o principio de todo (arjé) estaba en el agua. Viajó a Egipto y realizó diversos descubrimientos astronómicos y geométricos.
  • Anaximandro de Mileto (610-547 a. C.), que encontró el «principio y elemento de las cosas existentes»: el apeiron, algo indeterminado, impreciso, que sólo se determina cuando se concreta en las múltiples apariencias del mundo.
  • Anaxímenes (h. 588-524 a. C.), vivió también en Mileto y vio en el aire el fundamento de las cosas. Estudioso de los astros y la naturaleza, entendió que las formas más o menos densas de ese aire o vapor que configura el cosmos son la causa de los distintos fenómenos de la realidad.

La unidad del universo y el ser

Siguiendo la búsqueda de ese fundamento común del universo, Jenófanes de Colofón, nacido hacia el año 570 a. C., afirmó por vez primera la unidad de todas las cosas y señaló como principios la tierra y el agua. Fundador de la escuela de Elea (en el sur de Italia), fue un crítico de la sociedad y la religión, y su relativización de las creencias constituyó un importante paso en el avance del pensamiento racional.

Parménides, nacido hacia el 540 a. C. en Elea, se aparta del espíritu de observación de los filósofos de Mileto y busca en el orden ideal la permanencia del ser. De este modo, al rechazar las apariencias captadas por los sentidos y afirmar el carácter completo, inmóvil e infinito del ser como única realidad, identificada con el pensamiento, Parménides inicia la corriente metafísica de la filosofía.

Frente a esta idea de la permanencia del ser, surge el pensamiento de Heráclito, nacido en la segunda mitad del siglo VI a. C. en Éfeso, al norte de Mileto. Para él el universo no tiene permanencia, sino que se halla en un constante proceso de transformación o flujo. Heráclito vio en el logos (término griego que significa ‘palabra, pensamiento o razón’), el elemento común que une a los hombres entre sí y con la naturaleza.

El atomismo

Muy interesante como anticipación de la física moderna es la teoría de los átomos fundada por Leucipo, nacido la segunda mitad del siglo VI a. C. en Mileto o en Elea. Afirmó que la realidad física está compuesta de átomos, partículas indivisibles, diminutas e infinitas que se mueven constantemente en el vacío.

Demócrito, nacido en Abdera hacia el año 470 a. C., sostuvo que el ser de Parménides, inmutable y eterno, consistía en infinitos seres, los átomos («lo que no puede dividirse más»), con los que podía explicarse el mundo de la experiencia y el nacimiento, la multiplicidad y el perecer de las cosas.

Pitágoras

Pitágoras nació en torno al año 570 a. C. en Samos, aunque estableció su escuela en Crotona. Sus seguidores, los pitagóricos, formaban una especie de secta en la que se mezclaban los rituales y prácticas secretas con la convivencia comunitaria, la investigación científica, la enseñanza (con preceptos muy rigurosos) y la actividad política.

Pitágoras creía que la armonía de las esferas celestes, determinada mediante relaciones entre números, constituía el auténtico fundamento de la realidad. De hecho, está considerado como el padre de las matemáticas, y a pesar del halo de misterio que los rodeaba, los trabajos matemáticos de los pitagóricos, entre los que destaca el conocido teorema de Pitágoras, constituyen auténticas aportaciones científicas.

Influidos por los cultos mistéricos de Orfeo, los pitagóricos creían que el alma es inmortal y transmigra de unas especies a otras, que lo que ha sucedido vuelve a repetirse periódicamente y que todos los seres vivos están unidos por lazos de parentesco.

Empédocles y Anaxágoras

Empédocles (490-430 a. C.) se interesó por la observación de la naturaleza y realizó hallazgos científicos, como la relación entre el aire y la sangre en la respiración o el hecho de que la luz necesita un tiempo para viajar desde el Sol a la Tierra. Formuló la teoría de los cuatro elementos (aire, fuego, tierra y agua), que constituyen «las raíces de todo», y afirmó que el amor y el odio son las fuerzas que mueven el mundo.

Anaxágoras (nacido hacia el año 500 a. C. en Clazómenas, Asia Menor), introdujo la filosofía jonia en Atenas y fue procesado por impiedad al sostener que «el Sol es una masa de piedra incandescente». Su teoría más original fue la del principio de orden conocido como nous (inteligencia), una especie de amor, como el de Empédocles, pero de naturaleza intelectual, que organiza el cosmos.

Fuente: Hiru.com – Tema: Los Filósofos presocráticos