Qué son los principios

Contenido: Principio. Principio en ética. Principios éticos fundamentales. Clasificación de los principios éticos. Principios fundamentales en la vida del hombre. Los códigos de conducta.Principios éticos fundamentales. Clasificación de los principios éticos.

Principio

Un principio es una ley o regla que se cumple o debe seguirse con cierto propósito, como consecuencia necesaria de algo o con el fin de lograr cierto propósito. Las leyes naturales son ejemplos de principios físicos, en matemáticas, lingüística, algoritmico y otros campos también existen principios necesarios o que se cumplen sin más o que deberían cumplirse si se pretende tener cierto estado de hechos.

Principio en ética

En ética, los principios son reglas o normas de conducta que orientan la acción de un ser humano. Se trata de normas de carácter general, máximamente universales, como, por ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida, etc. Los principios morales también se llaman máximas o preceptos.

Los principios son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad, los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad.

Immanuel Kant fundamenta la ética en la actividad propia de la razón práctica. Considera principios aquellas proposiciones que contienen la idea de una determinación general de la voluntad que abraza muchas reglas prácticas. Los clasifica como máximas si son subjetivos o leyes si son objetivos.

Los principios morales son una codificación de las cosas que el hombre ha descubierto que son malas para él mismo y para los demás en algún momento de su historia, y habiendo descubierto que estas cosas inhibían su propia supervivencia, creó entonces una ley sobre ellas.

Principios fundamentales en la vida del hombre

El hombre es un ser capaz de autodominio y trascendencia. Se le llaman principios a “las pautas de desarrollo contenidas en la idea del hombre.”

El hombre no solo posee el valor de su dignidad, sino que también le da el valor a todo aquello que se relaciona con él.

El hombre es un ser libre

Maimónides (comentarista de Aristóteles): dios dejó establecidos los medios o normas para preservar la naturaleza y a su vez aceptarla.

C.S. Lewis dice que el núcleo duro de la moral, las normas capitales y fundamentales el comportamiento humano coinciden con todas las grandes civilizaciones de la historia; estas han sido determinadas con mayor precisión en el cristianismo.

Los códigos de conducta

Existe una gran diferencia entre principios éticos y código ético.Los principios éticos deben descubrirse.

El código ético debe formularse

La ética personal y corporativa deriva de la convicción de que los códigos de conducta no son mas que expresiones concretas y claras de principios que ya exitían antes y que no pueden ser cambiados automáticamente.

Los principios y las actitudes morales deben ser plasmados en la cultura de la sociedad para resultar eficaces.

El código de conducta como toda norma, representa un ideal del comportamiento.

El comportamiento real no reside en la norma sino en la virtud; la virtud debe adquirirse.

Principios éticos fundamentales

Las revelaciones del juicio de Nuremberg acerca de las atrocidades cometidas por los médicos nazis en el curso de unas supuestas investigaciones científicas, así como un mal uso de la responsabilidad clínica en su colaboración en la práctica de la tortura y en «experimentos» forzados en el campo de la genética, no solamente provocaron la indignación de la opinión pública, sino que motivaron que la Asociación Médica Mundial, a través de varias declaraciones, procediera a reafirmar los principios éticos comunes a la profesión médica en todo el mundo.

Así, al código de Nuremberg (1947) reafirmaba el principio del consentimiento del paciente, dado de modo voluntario y con pleno conocimiento, previo al tratamiento; el principio de que los experimentos sólo pueden realizarse si «dan resultados fructíferos para el bien de la sociedad», siempre y cuando dichos resultados no se pudieran obtener por otros medios; y, finalmente, la exigencia de que los experimentos debían regirse por métodos estrictamente científicos y confiarse al personal competente.

La declaración de Ginebra (1948) parafraseó el juramento hipocrático en términos generales y más bien imprecisos, pero puso el acento en los principios de confidencialidad, de no discriminación por motivos de raza, religión, ideas políticas o posición social, y de respeto a la vida humana desde el momento mismo de la concepción.

En la declaración de Helsinki (1964) se perfeccionaron aún más los criterios éticos y científicos relativos a los experimentos médicos con sujetos humanos, con el fin de precisar la distinción entre la investigación clínica terapéutica y la que se hace con otros fines.

La declaración de Sydney (1968) fue un intento de formular la definición de la muerte, teniendo en cuenta los últimos avances en materia de técnicas de prolongación artificial de la vida y de trasplante de órganos.

La declaración de Oslo (1970) intentó armonizar las demandas en favor del aborto terapéutico con la tradición hipocrática.

Finalmente las declaraciones de Tokio (1975) y de Hawai (1977) se pronunciaron en favor de prohibir la participación de los médicos (o de los miembros de la Asociación Médica Mundial) en la tortura, y en general en el trato cruel y degradante de los prisioneros, así como en el sometimiento ideológico de la persona (con lo que se quería evitar los abusos en los tratamientos psiquiátricos).

En el campo de la Enfermería, se ha producido un proceso similar de formulación de códigos de la práctica profesional y de la afirmación de valores fundamentales y principios éticos.

Así, en 1953 el Consejo Internacional de Enfermeras formuló el «Código para Enfermeras», ejemplo que siguieron diversas asociaciones nacionales, como, entre otras, la Asociación de Enfermeras Americanas (A.N.A.) (1968), el Colegio Real de Enfermeras (R.C.N.) (1979), y el Consejo General de Colegios de Diplomados de Enfermería de España (1989).

En general, las enfermeras se han centrado en su papel profesional, como de defensor de los derechos del individuo vulnerable; y en la responsabilidad de trabajar en favor de la recuperación de la autonomía.

Clasificación de los principios éticos

– Consentimiento informado.
– Derecho a ser informado.
– Confidencialidad.
– Derecho a la intimidad.
– No discriminación por motivos de raza, sexo, religión, ideas políticas o posición social.
– Respeto a la vida humana.
– Derecho a recibir cuidados adecuados.
– No a la tortura y no al trato cruel y degradante, ni el sometimiento ideológico de la persona.
– Derecho a ser tratado con dignidad humana.
– Autodeterminación.
– Conservación de recursos personales.
– Exención de perjuicio.
– Exención del riesgo intrínseco de lesiones.
– Consentimiento informado de la persona o de los familiares responsables de los menores o personas incapacitadas.

Fuentes: es.wikipedia.org / anesm.net / rincondelvago.com