Escuchar, pensar y escribir

Contenido: Escuchar. Diferencia entre oír y escuchar. Pensar. Clasificación del pensamiento. Principios básicos del aprendizaje lectoescritor.

Escuchar

Escuchar es prestar atención a lo que se oye. La palabra proviene del latín ascult?re y hace referencia a aplicar el oído para oír algo, atender a un aviso, consejo o sugerencia y hablar o recitar con pausas afectadas.

Escuchar, por lo tanto, está relacionado con la audición y los procesos psico-fisiológicos que proporcionan al ser humano la capacidad de oir.

El aspecto fisiológico está determinado por la estimulación de los órganos de la audición, mientras que el proceso psicológico derivada del acto consciente de escuchar un sonido.

Diferencia entre oír y escuchar

Oír significa percibir con el sentido del oído las palabras que se hablan. Escuchar involucra otros cuatro sentidos para ayudarnos a entender las palabras que se dicen.

Cuando oímos lo hacemos con nuestro sistema auditivo. Cuando escuchamos otras funciones cognitivas entran en juego: poner atención, recordar, pensar y razonar.

Uno oye las palabras en un mensaje. Uno escucha las palabras de un mensaje más cualquier otra señal que complemente el mensaje. Uno oye voces y sonidos. Uno escucha mensajes.

– Escuchar va más allá de oír las palabras que se hablan. Escuchando significa pensar en el mensaje para entender de manera clara y completamente.

Esto requiere oír las palabras, observar el tono de voz, el estado anímico, y cualquier otra señal que complemente el mensaje.

– Escuchar pertenece al orden interpretativo del lenguaje frente a oír que se incluye en el territorio fisiológico.

– Escuchar implica la interpretación del lenguaje dando significado al sonido versus a oír que conlleva percibir simplemente el sonido.

Escuchar es activo frente a oír que es pasivo. Podemos dejar de escuchar cuando queramos.

– Escuchar implica la realización de un esfuerzo físico y mental. Mientras que para oír no es necesario dicho esfuerzo.

Pensar

El pensamiento es la actividad y creación de la mente; dícese de todo aquello que es traído a existencia mediante la actividad del intelecto.

El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc.

Para muchos tratadistas el pensamiento estratégico de una institución es la coordinación de mentes creativas dentro de una perspectiva común que les permite avanzar hacia el futuro de una manera satisfactoria para todo contexto.

De otro lado podemos decir que el pensamiento estratégico conlleva a prepararse y estar en condiciones de recibir muchos desafíos futuros, tanto los previsibles como imprevisibles en materia de oportunidades perfectamente articuladas.

Un adecuado pensamiento estratégico debe partir siempre de la misión de la entidad la que a su vez se proyecta a una visión de futuro incorporando valores, basados en las variables de la realidad, en la mística y en la cultura organizacional la que debe materializarse tácticamente, mediante la información y los conocimientos, articulando opciones.

Clasificación del pensamiento

Deductivo: va de lo general a lo particular. Es una forma de razonamiento de la que se desprende una conclusión a partir de una o varias premisas.

Inductivo: es el proceso inverso del pensamiento deductivo, es el que va de lo particular a lo general.

Analítico: realiza la separación del todo en partes que son identificadas o categorizadas.

Creativo: aquel que se utiliza en la creación o modificación de algo, introduciendo novedades, es decir, la producción de nuevas ideas para desarrollar o modificar algo existente.

Sistémico: es una visión compleja de múltiples elementos con sus diversas interrelaciones. Sistémico deriva de la palabra sistema, lo que nos indica que debemos ver las cosas de forma interrelacionada.

Crítico: examina la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica. Interrogativo: es el pensamiento con el que se hacen preguntas, identificando lo que a uno le interesa saber sobre un tema determinado.

Pensamiento social: se basa en el análisis de elementos en el ámbito social, en este se plantean interrogantes y se hacen críticas que ayuden en la búsqueda de soluciones a las mismas.

Escritura

Según el Dic. Español Moderno, «escribir» es: «representar ideas por medio de signos y más especialmente la lengua hablada por medio de letras»; «figurar el pensamiento por medio de signos convencionales»; «la escritura es la pintura de la voz».

A partir de éstas definiciones deduzco la escritura como una forma de expresión y representación prescrita por medio de signos y códigos que sirven para facilitar, y mejorar la comunicación.

Este varía según al grupo social donde se practica, además va ligado juntamente con el lenguaje pertinente, por medio de la diversidad en cuanto al uso de las materiales naturales y artificiales.

Principios básicos del aprendizaje lectoescritor

Aunque el área de la lectoescritura da lugar a múltiples controversias, pues dependiendo del momento y de las corrientes psicopedagógicas de la época las soluciones y remedios que se prescriben pueden variar, sí que es cierto que hay «verdades» prácticamente irrebatibles y en las que hay unanimidad plena; entre estos principios destacan las siguientes:

Todo método lector ha de ser de tipo FONÉTICO; es decir, las letras deben nombrarse por su sonido y no por su nombre.

Asimismo el tipo de método a seguir debiera ser de corte ANALÍTICO-SINTÉTICO: trabajar simultáneamente los procesos de descomponer- segmentar las palabras en sonidos y a la vez construir palabras con los sonidos estudiados.

Se debe trabajar la lectura y la escritura simultáneamente.

La CURSIVA será el tipo de letra más adecuado para utilizar desde el principio del aprendizaje lectoescritor.

En determinados casos, como deficientes mentales, en alumnos disléxicos o en niños con importantes problemas grafomotrices, se podría comenzar con la SCRIP para después de un tiempo pasar a la cursiva, aunque lo más procedente sería realizar una evaluación individualizada que nos ayude a tomar en cada caso las decisiones ms adecuadas.

Por cada unidad de trabajo se estudiará una letra-fonema. Primero se trabajarán las vocales para luego pasar a las consonantes.

Uno de los criterios más determinantes a la hora de marcar el orden de estudio de las consonantes será el relacionado con la percepción auditiva de los sonidos: según el punto de articulación ( bilabiales, dentales,….), el modo de articulación ( fricativas, vibrantes,….), según la sonoridad ( sordas o sonoras ), según la dificultad de articulación,..etc; en todo caso tender a los CONTRASTES de sonoridad.

En condiciones normales deberán estudiarse de forma simultánea tanto las minúsculas como las mayúsculas.

Otros criterios a tener en cuenta en la secuenciación de los fonemas pueden ser los de que sean INVARIANTES – VARIANTES, FRECUENTES – INFRECUENTES,…etc

Así como los fonemas se estudiarán en un orden determinado lo mismo sucederá con los grupos silábicos. Un orden lógico podría ser: 1º directas, 2º inversas, 3º mixtas y 4º sinfones, aunque también se puede adelantar el estudio de las mixtas a las inversas.

La metodología a seguir debe ser de corte MULTISENSORIAL; es decir, durante el estudio de cada fonema utilizar el mayor número de canales sensoriales, pues si se recibe una misma información por distintos canales sensoriales es más fácil asimilarla e integrarla corticalmente.

Los factores MOTIVANTES serán los más importantes a cuidar, el que el niño quiera y demande leer será la mejor forma de asegurar el éxito en el aprendizaje lectoescritor.

Fuentes: definicion.de / people-communicating.com / empleolibre.com / es.wikipedia.org / monografias.com / juntadeandalucia.es