Enfoque sistémico y contingente de la administración

Las ideas de McGregor y Likert están bastante dirigidas hacia el comportamiento organizacional, y buscan comparar el estilo tradicional de administración con el estilo moderno basado en la comprensión de los conceptos de comportamiento y de motivación.

Los behavioristas estudian la organización desde la óptica de un sistema de intercambio de estímulos y contribuciones establecidos en una compleja red de decisiones. El enfoque de estos autores está todavía muy orientado hacia el ” interior” de las organizaciones, como si fueran unidades absolutas, totales y únicas.

La preocupación fundamental por construir modelos más o menos definidos que interactúen con el ambiente de manera dinámica, y cuyos subsistemas también marchen en una compleja interacción, tanto interna como externa, se inicia con la teoría de los sistemas.

Los subsistemas que hacen parte de una organización están ligados e interrelacionados, al tiempo que el macrosistema ambiental interactúa de manera conjunta con los subsistemas y con la organización.

En la teoría de la contingencia se tiene una visión de adentro hacia afuera de la organización, y el énfasis se hace en el ambiente y en las exigencias ambientales, por encima de la dinámica organizacional. El enfoque contingente sostiene que son las características ambientales las que determinan las características organizacionales: en el ambiente se localizan las explicaciones causales de las organizaciones.

No existe una sola manera de coordinar ni de administrar bien la organización (the best way); todo depende (it depends) de las características ambientales que sean importantes para la organización. Los sistemas culturales, políticos, económicos, etc., afectan intensa y continuamente la organización, al tiempo que interactúan de manera dinámica y se influyen con reciprocidad.

Los rasgos organizacionales sólo pueden comprenderse mediante el análisis de las características ambientales con las que existe correspondencia. La teoría de la contingencia es básicamente situacional, circunstancial y condicional: nada es absoluto en las organizaciones ni en su administración; todo es relativo. La manera de administrar una organización difiere en el tiempo y en el espacio (ambiente).